Hoy hemos tenido en clase la agradable visita de los chicos de Homoludicus, que nos han traído un montón de juegos para probar y disfrutar, y eso es lo que hemos hecho, disfrutar, reírnos…jugar.
Ha sido una experiencia muy chula, porque efectivamente, no es lo mismo hablar en clase sobre el juego, que ponernos a todas y todos a jugar.
Parece que socialmente está bastante extendida la idea de que el juego es algo de niños y niñas. Conforme nos hacemos adultos, desgraciadamente la mayoría de nostras/os dejamos de jugar, bien sea por falta de tiempo, por falta de interés, por falta de espacios…etc. Sin embargo el juego es algo liberador por sus propias características, ya que, tal y como hemos visto en clase, es libre, proporciona placer y es en sí mismo una finalidad. ¿Cuántas acciones con estas características llevamos a cabo en nuestra vida diaria?
Sabemos que el juego en la infancia cumple una función de vital importancia. A través del juego los niños y niñas exploran el mundo, lo experimentan, aprenden de él, ensayan roles que luego interpretaran en la vida real, resuelven conflictos, aprenden a aceptar las reglas…etc. Conociendo todo esto, parecería lógico que se concediera a la infancia tiempo suficiente y espacios adecuados para jugar, y ya que niñas y niños pasan muchas horas en la escuela, debería ésta tener en cuenta el juego como algo fundamental. ¿Es esto así? Si nos paramos a analizarlo un poco, nos damos cuenta de que los ratos que niños y niñas tienen en la escuela para jugar son mínimos, allí predomina la actividad productiva. Quizá en el ciclo de infantil se permite jugar más, o más bien habría que decir que algunos contenidos se intentan enseñar por medio del juego. Sin embargo, en cuanto empiezan la primaria, el tiempo de juego queda reducido al tiempo del recreo, y eso supone media hora como mucho. Por otro lado, al salir del colegio los deberes y las actividades extraescolares restan cada vez más tiempo a la infancia para jugar, lo cual resulta preocupante porque estamos privándoles de ciertas experiencias que son necesarias y muy positivas para su desarrollo. Y esto es, en cierto modo, porque pensamos que el juego es una pérdida de tiempo y es algo improductivo.

Más allá de la niñez, hemos visto como el juego puede ser una herramienta educativa que podemos utilizar como educadoras con cualquier franja de edad. Parece que, efectivamente, a medida que crecemos perdemos interés, pero todo es cuestión de encontrar juegos que despierten nuestra motivación y cuyo nivel de dificultad nos resulte atractivo. Eso y sacar tiempo para jugar, que es, quizá, lo que más difícil se nos hace.
Volviendo a lo de antes, como educadoras/es, a la hora de utilizar el juego como herramienta educativa, es importante saber cuáles son nuestros objetivos, para valorar qué juego tiene cabida en ellos. También entiendo que es importante disponer de recursos y originalidad suficiente para adaptar los juegos, siempre que estos lo permitan, a los diferentes espacios, contextos o participantes. Y hemos de tener muy claro que la finalidad es jugar y divertirse, y que podemos utilizar esa fuerza que tiene el juego para trabajar lo que queramos, pero las personas que participan han de jugar por el puro placer de jugar.
Es importante también conocer las características del grupo, cómo son las personas que lo forman, las relaciones que hay entre ellos/as y también conocer bien el tipo de juego que vamos a utilizar: si se trata de un juego cooperativo, individual, de oposición…etc., porque cada uno de ellos fomenta distintas actitudes y valores, de manera que es interesante adecuar el tipo de juego a las características del grupo que va a participar.
Me ha gustado mucho tener la oportunidad de pasar este buen rato y conocer más acerca del juego como herramienta educativa. Estoy como voluntaria en el Centro de día de menores Taleia, en concreto trabajo con jóvenes de entre 13 y 18 años, y un día a la semana lo dedicamos a jugar. He de decir que a todas y todos nos encanta, nos lo pasamos muy bien y efectivamente a través de los juegos se trabajan aspectos importantes tanto a nivel grupal como individualmente, y además se les está proporcionando una alternativa de ocio y diversión saludable, lo cual para estos jóvenes es muy importante.
Aire
Cap comentari:
Publica un comentari a l'entrada