divendres, 28 de febrer del 2014

Los situacionistas

 A raíz de la clase del otro día, me entró mucha curiosidad sobre la Internacional Situacionista. Los situacionistas, como ya hemos visto, defendían la democracia cultural, es decir, más que el derecho de todas las personas al acceso a la cultura oficial, luchaban por el derecho de todas las personas a participar en la cultura, es más, a crear su propia cultura, una contracultura. Luchaban contra el capitalismo y la cultura dominante a su servicio. Sus postulados tuvieron mucha influencia en el movimiento revolucionario de mayo del 68.
 Cotilleando un poco sobre este movimiento, he encontrado unos conceptos clave que ayudan a entenderlo y que me gustaría compartir con vosotras/os, ya que me han parecido muy interesantes, vigentes en la actualidad y dignos de ser tenidos en cuenta para la acción sociocultural, aunque preferiría llamarla acción “sociocontracultural”:

Creación de situaciones: el elemento fundamental del situacionismo es, como su nombre indica, la creación de situaciones, entendiendo estas como un momento de la vida construido concreta y deliberadamente para la organización colectiva de un ambiente unitario y de un juego de acontecimientos. Es decir, tanto la realidad como los acontecimientos son fruto de una construcción previa minuciosamente preparada por poderes fácticos y no legitimada por los medios de comunicación que juegan un papel fundamental en la creación de acontecimientos. Esta propuesta me parece de lo más interesante, son iniciativas en las que se busca captar la atención de la población, despertar conciencias, llamar a la participación y al activismo y contribuir a generar cultura de manera horizontal y colectiva. Me parece que deberíamos tenerla muy presente como herramienta  para la acción sociocultural, por su impacto, su cercanía,  y sus múltiples posibilidades. De hecho, hoy en día es bastante común encontrarnos con acciones de corte situacionista, me vienen a la cabeza algunas protestas en contra de los toros o del uso de pieles de animales, las protestas del grupo Femen, la cadena humana en favor de la independencia de Cataluña, algunas acciones en contra de la reforma de ley del aborto... etc.. 

- Detournement: habla sobre la posibilidad artística y política de tomar algún objeto creado por el capitalismo y el sistema político hegemónico y distorsionar su significado y uso original para producir un efecto crítico. Ejemplos de este concepto podemos encontrar muchísimos, de hecho, en nuestras calles, en la última década han proliferado los stencils, la mayoría de los cuales utilizan el detournement para transmitir su mensaje.    
                                                                                                                               
Recuperación: habla sobre la posibilidad siempre presente de que ideas y cosas revolucionarias o radicales puedan ser incorporados a las lógicas dominantes por medio de la comodificación o la mera exposición vaciada de contenido. Y no andaban desencaminados los situacionistas, no puedo evitar que me venga a la cabeza el uso del pañuelo palestino o kufiyya, el cual hace un tiempo eran un símbolo revolucionario, de lucha, cuyo uso representaba el apoyo a la causa palestina. Sin embargo, desde hace unos años hemos visto como la moda ha extendido el uso de este símbolo como si fuera una simple prenda o un complemento más. Se trata de un uso completamente vacío de contenido y que incluso llega a resultar ofensivo para el pueblo palestino y su tradicional símbolo. Es importante, por tanto, tener en cuenta estos aspectos y ser conscientes del origen de aquellos símbolos que utilizamos y procurar no contribuir, con nuestra acción sociocultural  a vaciarlos de contenido sino más bien tratando de que recuperen su sentido y valor original.

   - Psicogeografía: se trata de otro de los conceptos clave de los situacionistas. A partir de él se pretende entender los efectos y las formas del ambiente geográfico en las emociones y el comportamiento de las personas. Así, los situacionistas pretendían, en vez de ser prisioneros de una rutina diaria,  seguir las emociones y mirar a las situaciones urbanas en una forma nueva, diferente y radical, lo cual me parece fundamental para llevar a cabo una labor comunitaria de ocupación del espacio público, el cual nos ha sido arrebatado, en nuestra acción "sociocotracultural".


      Aire-Marina Guillén



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